En años recientes he estado escuchando pláticas acerca del interés que tienen muchas marcas por acercarse a su audiencia y así poder entablar un diálogo donde los valores de la marca sean transmitidos, pero al mismo tiempo donde también el cliente final pueda expresar sus intereses y necesidades.
Es en este punto donde las redes sociales han tenido un gran impacto amplificando el alcance del público que puede ver y escuchar a la marca, sin embargo, con la masificación de mensajes que sobreexponen la imagen de la marca y/o producto, el consumidor comienza y se interesa en buscar aquello que le dé motivos para comprar o no aquello que las marcas ofrecen.
Y es justo en este punto donde el crear experiencias es una herramienta importantísima para desarrollar un vínculo emocional entre el cliente y la marca. Sería algo así como guiñar el ojo y ser correspondido con una sonrisa, generando una conexión con las emociones y sentimientos del cliente. Es justo a través de la emoción que surge la confianza y por ende la atracción que hará la diferencia tú y tu competencia.
Las experiencias de marca son una oportunidad única ya que es durante un periodo de tiempo determinado donde empatizar con tu cliente es el objetivo. Empatiza con su mundo pero también hazlo participe del mundo de la marca, haz que se sienta confortable, invítalo a relajarse con una platica interesante. Cuando la tensión se aleja es el momento donde realmente las emociones se conectan con lo que estamos viviendo, en vez de estar a la defensiva.
Contar la historia de tu marca nunca será tan divertido, atrévete a mostrar al mundo los valores, los datos curiosos, tus virtudes y porque no hasta tus defectos. El cliente siempre estará feliz de haber vivido la experiencia contigo.